Festejo de crepúsculo
Tu sonrisa es para mis ojos un secuestro de jaula,
un dulce asalto de barca corsaria
que alimenta mis mañanas diarias.
El recorte de mis rebeldes guirnaldas,
las rosas heridas sanadas,
el sangrante jazmín
raptado en tu mirada deja su herida en tu falda.
En la boca de tu carta diaria
mi menú de mermelada sacia su dieta,
Rebozan los arándanos mis labios de sed
cuando amanecen a barlovento,
a cada instante y momento,
que regresa tu risa de imaginario secuestro.
Mi luto cerró sus triunfos
cuando penetró tu piel mi sangre,
Eléctrica fábrica de flores,
me dejó el lleno del pétalo engrosado.
Sentí tus ojos calmos de estanque
en mi humilde carne revisable,
subí a tu boca el verdor del bosque,
y las uvas de tus ramos
estiraron su rojo beso letal en estoque
Danzó la pasión mi humilde anatomía
y la alegría de mi pueblo alabado
celebró su fiesta de infinita alegoría.
Colaboración de Ricardo Álvarez
Argentina
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