El frío de la noche
es el que nos congela por dentro,
es el que poco a poco va saliendo
del interior de las palabras de amor
que se apagaron
entre lagrimas y deseos.
Frío perverso es el del tiempo
señalando con sus campanas al cielo
que ya vamos recorriendo,
las estepas donde el hielo
congelará nuestros pensamientos.
Frío es el que siento
para cuando comprendo
que ya nunca podré mecerme en tus besos
ni ser un cometa en tus ojos
llenando de resplandor perverso
tus primorosos deseos.
Frío y tormento
lo de la muerte
¡vaya invento!
Millones de libros escritos
y en ninguno de ellos
he visto que nadie resucite
para decir si estamos en lo cierto
o todo es un invento
y por allí arriba el frío
que nos llevamos en el cuerpo
se convierte en el calor
que resucita a los muertos.
Espero noticias,
no me quejo,
el frío que ahora siento
se cura con un paracetamol
¡Ya veremos!
Autor: J. NAVARRO
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