Ahora
Perdóname el atrevimiento al llamarte
Aunque suene muy cursi lo que he de decirte
Solo quiero que sepas que aprendí a amarte
Y ahora me duele el alma al no tenerte
Nos volvimos como las estrellas
Habitando bajo el mismo cielo,
Estamos condenados a ser como los planetas
A vivir siempre viéndonos, pero de lejos.
Y es que no sé cómo reclamarle al tiempo
El que pase y aun no te haya olvidado
Será que la razón me la dará el viento
Acaso se llevará tu recuerdo.
Sabes, aposté contra el mismo cupido
Le juré que sus flechas no me afectarían
Apostándole todos mis sentimientos
y terminé enamorada de tu sonrisa
quizás pueda ser mi corazón
como aquel perro callejero
que su amor entregó al equivocado
y terminó bajo la lluvia vagando.
Seré como un mendigo
rogándole a la calle tus besos
pidiendo por el agua del olvido
y recuperando los sentidos
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